Un cazador mató a Canela, la última osa autóctona de los Pirineos.
El gobierno francés consideró al hecho como “una gran pérdida” y anunció que abrirá una investigación.

El presidente francés, Jacques Chirac, consideró hoy que la muerte de la última osa autóctona de los Pirineos, abatida por un cazador, es "una gran pérdida para la biodiversidad en Francia y en Europa".

En una declaración durante el Consejo de ministros, Chirac "recordó que la desaparición de una especie es siempre una gran pérdida para la biodiversidad en Francia y en Europa", explicó el portavoz del Gobierno, Jean-Francois Copé.

El ministro francés de Ecología, Serge Lepeltier, anunció, por su parte, la apertura de una investigación para determinar "las circunstancias exactas del drama" de la muerte de la osa, bautizada "Canela", por los tiros de un cazador que alegó defensa propia.

Lepeltier se desplaza mañana al municipio de Urdos en el valle de Aspe, donde se produjo el incidente entre un grupo de cazadores que realizaban una batida de jabalíes, y la osa, que iba acompañada de un osezno de unos diez meses.

Previamente, el ministro ha organizado reuniones en París con técnicos de la Administración para tomar medidas para evitar que pudieran reproducirse los hechos y analizar "si se dan las condiciones para reintroducir osos" en los Pirineos.

El prefecto (delegado del Gobierno) del departamento de los Pirineos Atlánticos, Philippe Grégoire, ha decidido suspender la caza en la zona donde se supone que se encuentra el osezno huérfano de "Canela", en un área que inicialmente cubre los municipios de Urdos y Etsaut, pero que podría modificarse en función de los desplazamientos del animal.

El prefecto indicó en conferencia de prensa que, además de prohibirse la caza, se prohibirá el acceso a personas que se paseen con perros, ya que se piensa que los perros de los cazadores pudieron desencadenar el incidente al generar una respuesta agresiva de la osa para defender a su cría.

El cuerpo del animal muerto fue trasladado a la escuela veterinaria de Toulouse para que se realice una autopsia, y paralelamente se ha encargado un análisis balístico al laboratorio de la policía científica de esa misma ciudad.

Los resultados de ambos análisis serán determinantes para el procedimiento judicial que podría abrirse contra los seis cazadores que ayer fueron interrogados por los gendarmes del cuartel de Bedous, en el mismo valle de Aspe.

La Asociación para la Protección de los Animales Salvajes (ASPAS) ha señalado que presentará una denuncia contra el autor de los disparos y contra el presidente de la sociedad de cazadores, con el argumento de que ya habían sido advertidos de la presencia de osos en Urdos.

El delito de "destrucción de una especie protegida" recogido en el Código Penal francés está castigado con una pena de seis meses de prisión y una multa de 9.000 euros.

En 1994 otro oso pirenaico, conocido como "Claude" murió por los tiros de un cazador y tres años después fue "Papillon".

Fuente: www.infobae.com








     

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