Aún hoy hay personas que se sorprenden cuando se enteran que nosotros, los Veterinarios, aplicamos la Homeopatía en los animales.

Si bien los principios de esta terapéutica son bien conocidos desde principios del siglo pasado, y a pesar que en aquellos primeros momentos hubo colegas que la aplicaron con éxito, en nuestro país recién a mediados de la década del setenta, algunos pocos Veterinarios comenzaron a realizar los cursos que ofrecen diversas instituciones de prestigio internacional, dedicadas a la enseñanza y difusión de la Homeopatía.

En sus comienzos estas asociaciones o escuelas  homeopáticas, estaban integradas solamente por Médicos, pero nuestros colegas fueron bien recibidos, y hoy en día funcionan en todas ellas cátedras de veterinaria homeopática, en las cuales nos formamos generalmente luego de ejercer durante varios años aplicando la medicina veterinaria ortodoxa. Hemos tenido la inquietud de buscar elementos que nos permitieran, en aquellos casos en que solo había paliativos, tratamientos de mantenimiento, o meros tratamientos sintomáticos, la perspectiva de poder curar verdaderamente a muchos de ellos, o al menos obtener mejorías sin la pesada carga de los efectos secundarios de muchas de las drogas recetadas con  frecuencia  (iatrogenia).

Para obtener este tipo de formación, es necesario poseer el título de grado de Médico Veterinario expedido por alguna de las universidades nacionales, cursar luego dos o tres años, y someterse con éxito a los exigentes exámenes que permiten aprobar estos cursos de post-grado. Durante el año 1996, se llevaron a cabo las Primeras Jornadas de Homeopatía Veterinaria, organizadas por la Asociación Médica Homeopática Argentina. Debido al éxito de las mismas, en 1997 nos reunimos en las Segundas Jornadas de la especialidad. Ya están programadas para mediados de 1999 las Terceras Jornadas.