Los perros del General

Un perro tal vez sea todos los perros, si como decía Borges, lo que trasciende es la especie y los perros con los que yo crecí quizás estén en mi actual perro, Floreal, sin menoscabar su individualidad. Tal vez en un caniche estén todos los caniche que le precedieron, como los de General Perón.

Mi pulso me va llevando por sete relato, mientras rememoro viejas fotos y filmaciones que eternizan la imagen del antiguo e incorregible líder.  Su clásica sonrisa, su pelo negro peinado a la gomina, al estilo de un viril cantor de tangos y sus manos en alto. Manos profanadas por quienes hasta hoy escarnecen la patria. A la salida de su mansión saltan entre sus piernas pequeños caniche como los de Churchill, que viajaban en autos oficiales y formaban una dinastía con nombres que se repetían.

Floreal, nuestro caniche, entra corriendo y ladrando alborotado y mordisquea mi mano en busca de alguna caricia brusca. Si en un perro están todos los perros y además, como dicen,  tienen similitudes con sus dueños, el nuestro nos acerca a la historia del siglo XX, que ya va quedando lejana. Es más, el animal es un poco altivo como Churchill e incorregible como el General...